Las autoridades estadounidenses detuvieron a Jeffery Davis Salazar, empleado de una popular cadena de comida rápida, por poner accidentalmente cocaína a un perro caliente que vendió a una cliente,
Era una tarde normal en una franquicia de la cadena Sonic en la ciudad de Española, en Nuevo México. Una mujer llegó y pidió un “coney”, un tipo de perro caliente que tiene chili con carne, queso, jalapeños y cebolla.
Jeffery recibió la orden en la cocina, preparó el platillo y se lo entregaron a la cliente. Sin embargo, la sorpresa de la mujer surgió cuando, tras morder la comida, encontró una pequeña bolsa de plástico con un polvo blanco en su interior.
La cliente llamó a las autoridades y verificaron que el polvo era cocaína. Por tanto, los agentes de seguridad se dirigieron rápidamente al restaurante de comida rápida y detuvieron a Jeffery, según Daily Mail.
JEFFERY CONFESÓ
Tras su captura, Jeffery confesó que compró la cocaína en el estacionamiento del local. Además, dijo que fue un error ponerlo en el pedido de la mujer y en las cámaras de seguridad se comprobó que buscó frenéticamente la bolsa tras entregar el pedido.
El Departamento de Policía de Española formalizó la detención de Jeffery, quien afrontará un cargo de posesión de sustancia controlada. También indicaron que el hombre es “una potencial amenaza para la comunidad” por lo que lo imputarán de un delito grave.
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Por su parte, la cliente ya está representada por una firma de abogados y pretende presentar un reclamo formal contra la cadena de comida. No obstante, primero esperará los resultados de las investigaciones policiales.