La actriz Julie Restifo decidió romper el silencio y hablar por primera vez sobre la dolorosa tragedia que marcó su vida hace 43 años cuando accidentalmente disparó a su compañero, el actor Marco Antonio Ettedgui durante una obra de teatro.
Corría el año 1981 cuando Julie Restifo y Marco Antonio Ettedgui protagonizaban la obra Eclipse en la Casa Granda en la sala del Teatro Rajatabla. Como cada noche, el 2 de septiembre Julie usó una arma de utilería para una escena. Sin embargo, en esta ocasión todo sería diferente y el prestigioso actor cayó herido de muerte para el asombro de los espectadores.
«Por circunstancias de la vida, un olvido de uno de los asistentes, se deja esa baqueta dentro de esa arma que era de pólvora. Ese muchacho en ese momento hacia muchas cosas y dejó eso», contó Julie durante una entrevista con Luis Olavarrieta.
A partir de ese momento su estabilidad emocional cambió por completo.
«Yo no fui a un terapeuta, no sentí la necesidad porque no sentí la necesidad de hablarlo, porque no podía hablar. No podía conversarlo o ver objetivamente qué había pasado. Yo lo tenía totalmente bloqueado. Seguí mi vida actuando, no dejé de ir al escenario por ese incidente, pero con dolor, viví con dolor muchos años. Como dicen los años sanan y curan», confesó.
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La actriz afirmó que cuando se convirtió en madre sintió más empatía por el dolor que pudo haber sentido la madre de Marco Antonio. Asimismo, señaló que en esa época no estaba tan de moda hablar sobre los traumas o acudir a terapia.
#20May | La actriz Julie Restifo decidió romper el silencio y hablar por primera vez sobre la dolorosa tragedia que marcó su vida hace 43 años cuando accidentalmente disparó a su compañero, el actor Marco Antonio Ettedgui, durante una obra de teatro.
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— Caraota Digital (@CaraotaDigital) May 20, 2024
La muerte de Marco Antonio la marcó especialmente, ya que tenían una estrecha relación desde hace algún tiempo. «No solamente eramos compañeros de trabajo, sino amigos, yo me la pasaba en su casa».
«Era un amigo divertidísimo, atrevido, audaz, el marcó una época de cosas que más que todo se veían en Nueva York. Era un hombre creativo, inteligente, de vanguardia, que nos enseñó mucho y nos involucró en sus cosas», sostuvo.
Para Julie el tiempo, el apoyo que recibió y el trabajo se han convertido en su mejor cura.
«Gracias a Dios creo poder decir que hoy gozo de salud mental, porque eso es para desequilibrar a cualquiera. Yo estuve años muy desequilibrada en mi vida. El arte siempre fue un refugio para mí. Mis amigos me brindaron oportunidades, no me dejaron sola. Hubo buenos amigos que se encargaron de que el arte y la creatividad nunca me faltaran», reveló.
«El tiempo hace mucho. Después llegan los hijos. El amor de familia, el amor de los amigos, todo eso hace. Si tu te aislaras después de un evento traumático seguramente entraras en el hueco negro del que seguramente no saldrías nunca. Yo ni me metí en el mundo de las adicciones y si estuve en el hueco negro, pero a mi me sacaron y me dijeron «ponte a trabajar». El amor de los amigos y familia ayuda mucho», prosiguió.
Recientemente sintió que pudo cerrar ese capitulo por completo con una tarea que tuvo pendiente durante muchos años.
«Hace poquito conversé con la familia de Marco Antonio. Tuve un encuentro con su mamá. Eso para mí significó el cierre de una etapa que era necesario. Yo me monté a mi carro, fui a mi casa, y se dio todo muy natural. 10 años antes me la había encontrado en un sitio y era como que no quería verla, no quería enfrentarla. Pero esto fue como volverme a sentar en la misma casa donde yo iba a estudiar con Marco Antonio de una manera tranquila y transparente», concluyó.