Una historia estremecedora sacudió a la comunidad de Iowa, en EEUU, luego de que se revelara que una madre inyectaba insulina a su hijo de dos años durante sus visitas al hospital, provocándole episodios graves de hipoglucemia.
De acuerdo con la información obtenida por People, Alexandra Marie Frost, de 27 años, terminó condenada el pasado viernes 29 de agosto a 10 años de prisión tras admitir su culpabilidad en los cargos de poner en peligro a su hijo y administrar sustancias peligrosas.
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La historia comenzó el 13 de marzo de 2023, cuando Frost llevó a su hijo al Hospital Infantil Stead Family de la Universidad de Iowa. Los médicos detectaron niveles anormalmente bajos de glucosa y altos niveles de insulina en el menor, lo que generó sospechas tras varios episodios inexplicables.
Las fluctuaciones coincidían con las visitas de la madre, lo que llevó al personal hospitalario a instalar una cámara de vigilancia en la habitación del niño.
PRUEBAS CONTUNDENTES
La grabación fue clave: mostró a Frost inyectando una sustancia en el pie del menor y desechando la jeringa en el contenedor de objetos punzantes.
El niño, que estaba tranquilo antes del acto, comenzó a llorar y mostrar signos de alteración inmediatamente después.
Los médicos confirmaron que la insulina aplicada sin necesidad podía provocar convulsiones, coma e incluso la muerte. Se determinó, que Frost era la única persona con acceso directo al niño durante su hospitalización, lo que reforzó la evidencia en su contra.
Tras la recopilación de pruebas, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Iowa retiró al niño de la custodia de su madre. Desde entonces, el menor no ha vuelto a presentar episodios de hipoglucemia. Esto confirmó que las inyecciones eran la causa directa de su deterioro físico.
La justicia dictó que Alexandra Marie Frost cumplirá una condena de 10 años de prisión, mientras que su hijo permanece bajo la custodia de las autoridades y sin registrar nuevos incidentes médicos desde su separación de la madre.
