El panorama petrolero en el Caribe volvió a tensarse luego de que el superpetrolero Kelly, con bandera de Panamá, regresara a aguas venezolanas tras haber zarpado la semana pasada con un cargamento de crudo pesado en plenas intercepciones realizadas por EEUU.
Según el servicio de monitoreo TankerTrackers.com, citado por la agencia de noticias Reuters, la embarcación decidió retornar después de que EEUU interceptara a varios buques vinculados al transporte de petróleo venezolano sancionado.
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Lo que se precisó, es que El Kelly, que partió completamente cargado, ha dado marcha atrás y se encuentra nuevamente en aguas venezolanas, cerca del puerto de Amuay, en Venezuela.
La Guardia Costera de Estados Unidos interceptó el sábado al tanquero Centuries, de bandera panameña, que transportaba cerca de 1,9 millones de barriles de crudo pesado Merey proveniente de Venezuela.
Asimismo, las autoridades estadounidenses también mantenían la persecución de otro buque, este sin carga, que navegaba rumbo al país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
De acuerdo con fuentes consultadas por el mismo medio, tanto el Centuries como el Kelly zarparon casi al mismo tiempo la semana pasada, escoltados por embarcaciones de la Armada venezolana.

BLOQUEO NAVAL
Según el mismo medio, más de una docena de buques cargados permanecen en Venezuela a la espera de nuevas instrucciones de sus propietarios, luego de que Estados Unidos incautara a comienzos de mes el superpetrolero Skipper y emprendiera acciones contra otro dos tanqueros antes mencionados durante el fin de semana.
Vale recordar, que la semana pasada, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció un “bloqueo” contra todos los barcos sancionados que entren o salgan de Venezuela.
Durante la presentación de una nueva generación de acorazados —a la que sectores de su administración ya llaman “clase Trump”— el mandatario afirmó que parte del crudo confiscado podría ser destinado a las Reservas Estratégicas de Petróleo de Estados Unidos, mientras que los buques involucrados en estas incautaciones también quedarían bajo control estadounidense.

