En un giro inesperado dentro del complejo tablero geopolítico entre Estados Unidos y Venezuela, el enviado especial del presidente de EEUU, Donald Trump, Richard Grenell, ha defendido públicamente la vía diplomática como herramienta clave para resolver las tensiones con Nicolás Maduro, señalado por el país norteamericano como líder del Cartel de los Soles.
La postura de Grenell se da en medio del intenso operativo militar estadounidense en aguas del mar de Caribe y en el marco de la lucha contra el narcotráfico.
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«Siempre me oirán como alguien que aboga por el diálogo. He ido a ver a Nicolás Maduro. Me he sentado frente a él. He expresado la postura de ‘América Primero’. Entiendo lo que quiere. Creo que aún podemos llegar a un acuerdo. Creo en la diplomacia. Creo en evitar la guerra», afirmó el funcionario citado por El Nuevo Herald y otros medios, al intervenir en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que por primera vez tiene lugar en Paraguay.
“Hay un montón de herramientas que el Gobierno estadounidense puede usar desde el lado pacífico antes de que tengamos que transferir el expediente a quienes están listos y equipados para ir a la guerra”, detalló Grenell, al ilustrar que todo presidente tiene frente a sí “dos voces”, en alusión a la del Pentágono, que describió como “listo para la guerra”, y la del Departamento de Estado, que, dijo, aboga por “maniobras gubernamentales”, como las sanciones, el aislamiento o aranceles.
FIGURA CONTROVERSIAL
Grenell, quien se reunió a finales de enero en Caracas con Maduro en busca de un acuerdo para la repatriación de migrantes venezolanos deportados de EEUU, señaló que, “como diplomático”, siempre quiere “hablar”. Sin embargo, es mirado con mucho cuestionamiento por gran parte de la oposición venezolana.
Lo cierto, es que Estados Unidos mantiene desplegados cerca de las costas venezolanas ocho buques militares equipados con misiles y un submarino de propulsión nuclear. Desde la administración Trump se asegura que forman parte de una operación contra el narcotráfico, mientras que Maduro lo interpreta como un intento de impulsar un “cambio de régimen”.

«NO VAMOS A PERMITIR QUE SE HAGA PASAR POR GOBIERNO»
Sin embargo, al respecto, se pronunció este lunes el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. El funcionario enfatizó que Nicolás Maduro no forma parte de ningún régimen, sino que se trata del jefe del denominado Cartel de los Soles.
“La realidad es que Nicolás Maduro fue acusado formalmente por un jurado federal. Hay pruebas, hay cargos y hay una red criminal detrás suyo”, sostuvo Rubio en una conversación exclusiva con el periodista Gillian Turner de Fox News.
“Primero que todo, no hay una recompensa, como dicen algunos. Lo que existe es una gratificación para personas bajo acusación formal (…) Es un incentivo para capturarlo, y sí, se aumentó esa gratificación”, agregó el secretario de Estado de EEUU.
Y Rubio continuó: “No solo es él. Hay toda una red de personas en ese país que han utilizado el aparato de lo que dicen que es un gobierno para operar una estructura de narcotráfico dirigida contra Estados Unidos”.
“No vamos a permitir que un cartel opere o se haga pasar por gobierno dentro de nuestro propio hemisferio”, enfatizó.