Un video viral ha puesto bajo el microscopio al Departamento del Sheriff de Jacksonville, en Florida (EEUU), luego de que se difundieran imágenes de un oficial golpeando a un joven afroamericano durante una parada de tráfico.
De acuerdo con medios locales, en el video del incidente ocurrido el 19 de febrero, muestra a William McNeil Jr., de 22 años, siendo detenido por conducir sin las luces delanteras encendidas durante el día.
LEA TAMBIÉN: ESCÁNDALO EN EEUU: LO QUE HIZO UNA SENADORA DEMÓCRATA EN LA CASA DE SU MADRASTRA QUE LA LLEVÓ A JUICIO
Lo que comenzó como una infracción menor, terminó en una escena violenta que ha generado una ola de indignación en redes sociales.
Como se constata en el video grabado por el propio McNeil desde su teléfono móvil, el joven permanecía sentado con el cinturón de seguridad abrochado mientras solicitaba hablar con un supervisor.
Apenas cinco segundos después de su petición, un oficial rompió la ventanilla del conductor y lo golpeó en el rostro, ordenándole salir del vehículo.
A pesar de que McNeil levantó las manos y no mostró señales de agresión, fue sacado del auto, golpeado nuevamente y empujado al suelo por al menos cinco agentes.
El sheriff T.K. Waters abordó el caso en una conferencia de prensa, afirmando que no defendería la conducta del oficial D. Bowers, quien fue suspendido de sus funciones.
Aunque la fiscalía estatal no encontró evidencia penal en los videos de las cámaras corporales, el departamento inició una investigación interna.
Waters subrayó que la ley exige obedecer las órdenes de los agentes durante una parada de tráfico, incluso si se discrepa con el motivo.
Los abogados de McNeil, entre ellos el reconocido defensor de derechos civiles Ben Crump, calificaron el arresto como un claro ejemplo de brutalidad policial.
Señalaron que el informe oficial omitió los golpes y la acusación de que McNeil intentó alcanzar un cuchillo es “pura invención”.
El joven fue acusado de conducir con licencia suspendida, posesión de marihuana y resistencia sin violencia, cargos que posteriormente aceptó.
Este caso revive tensiones sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, especialmente en comunidades afroamericanas. Aunque el sheriff Waters insiste en que “la fuerza puede ser fea, pero no necesariamente ilegal”, el video ha encendido un debate sobre los límites del poder policial y necesidad de reformas.
