La Casa Blanca defendió destrucción de ‘narcolancha’ en el mar Caribe: «Fue legal»

Luis Alfredo Ledezma
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La Casa Blanca defendió este jueves, 4 de septiembre, la legalidad del ataque militar contra una narcolancha cerca de costas venezolanas, presuntamente operada por miembros del Tren de Aragua, organización designada como terrorista por Estados Unidos.  
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La Casa Blanca defendió este jueves, 4 de septiembre, la legalidad del ataque militar contra una narcolancha cerca de las costas venezolanas, presuntamente operada por miembros del Tren de Aragua, organización designada como terrorista por Estados Unidos.  

El operativo, que dejó 11 muertos en aguas internacionales, la portavoz de la Casa Blanca Anna Kelly lo catalogó como “consistente con las leyes de un conflicto armado” y en defensa de los intereses nacionales y colectivos frente al narcotráfico. 

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«El ataque dirigido por el presidente fue realizado contra las operaciones de una organización designada como terrorista y en defensa de intereses nacionales de Estados Unidos. Y por la autodefensa colectiva de otras naciones que han sufrido durante mucho tiempo debido al tráfico de narcóticos y las actividades violentas de carteles», sostuvo la vocera estadounidense.  

«Este ataque de precisión en aguas internacionales fue llevado a cabo de una manera que minimiza el riesgo al personal estadounidense. No requirió el uso de fuerzas sobre el terreno», detalló la funcionaria.  

Enfatizó que se trató de una acción de precisión y sin tropas en tierra. Pero, amparado por la Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF), una legislación originalmente concebida para combatir grupos como Al Qaeda.  

Esta interpretación ampliaría el alcance de los poderes presidenciales. Esto, posicionando a organizaciones criminales como beligerantes en un conflicto armado, lo que permitiría justificar acciones militares sin aprobación directa del Congreso. 

Asimismo, destacó que la administración Trump dejó en evidencia con esta respuesta que concibe su lucha contra grupos criminales como el Tren de Aragua o el denominado Cartel de los Soles —al que Washington atribuye liderazgo dentro de la cúpula chavista— como un conflicto armado frente a un bando beligerante claramente identificado.

NARCOLANCHA HUNDIDA CON FUERZA LETAL  

La recientes declaraciones emitidas desde la Casa Blanca se dieron en alusión a la destrucción de un bote en el Caribe, presuntamente operado por el Tren de Aragua. La operación dejó 11 muertos y fue celebrada por el presidente de EEUU, Donald Trump, como un “mensaje claro” a los traficantes de drogas.  

Como ha informado la administración republicana, la designación del Tren de Aragua y el Cartel de los Soles como organizaciones terroristas extranjeras abrió la puerta a operaciones militares sin previo aviso.  

El Tren de Aragua, nacido como un sindicato corrupto en Venezuela, ha evolucionado en una megabanda transnacional con presencia en varios países de América Latina. Su expansión se facilitó por el éxodo venezolano. También por la debilidad institucional y falta de cooperación regional.  

El Cartel de los Soles, por otro lado, se le vincula históricamente a altos mandos militares venezolanos. El líder principal es Nicolás Maduro, según Estados Unidos.  

De acuerdo con el país norteamericano, y propiamente el presidente Trump, ambos grupos representan una amenaza creciente para la seguridad hemisférica. 

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