El mono de laboratorio que sobrevivió al accidente en Mississippi ya tiene nuevo hogar

Luis Alfredo Ledezma
5 Min de Lectura
5 Min de Lectura
El único mono que sobrevivió al accidente en una autopista de Mississippi (EEUU), llamado Forrest, fue trasladado a un santuario en Nueva Jersey, donde inicia una nueva vida lejos de los laboratorios. 
Tras una semana de búsqueda y riesgo, Forrest, el joven macaco rhesus, fue rescatado cerca del lugar del accidente. / Archivo

El único mono que sobrevivió al accidente en una autopista de Mississippi (EEUU), llamado Forrest, fue trasladado a un santuario en Nueva Jersey, donde inicia una nueva vida lejos de los laboratorios. 

El pasado 28 de octubre, un accidente en la Interestatal 59, cerca de Heidelberg, marcó un episodio trágico para un grupo de 21 macacos rhesus que eran transportados desde la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, hacia instalaciones de investigación biomédica.  

LEA TAMBIÉN: MUJER DISPARÓ A UNO DE LOS MONOS QUE ESCAPÓ DEL VOLCAMIENTO DE UN CAMIÓN EN ESTADOS UNIDOS

El camión que los trasladaba volcó, provocando que varias jaulas se abrieran y los animales escaparan en medio del caos del tráfico. La escena generó alarma pública y un operativo de rescate que terminó con la mayoría de los primates muertos.  

Entre los monos que lograron huir, solo uno sobrevivió: un macaco que más tarde sería identificado como Forrest.  

Mientras otros fueron abatidos por las autoridades o residentes locales, Forrest logró mantenerse con vida durante días de fuga.  

¿CÓMO LOGRARON RECAPTURARLO?  

El mono logró mantenerse prófugo durante casi una semana tras el accidente en la autopista. Finalmente, un vecino lo avistó cerca del lugar del siniestro y dio aviso a las autoridades. 

Poco después, empleados de una de las compañías transportistas implicadas lograron capturarlo y entregarlo a los servicios de vida silvestre, quienes asumieron su custodia.  

Vale destacar que a los residentes de la zona se les advirtió que no intentaran acercarse a los primates. Esto porque podían mostrar comportamientos agresivos. 

Los monos que escaparon pertenecen a una especie muy agresiva / Archivo

¿POR QUÉ TERMINÓ EN UN REFUGIO? 

Al quedar descartada su reincorporación al ámbito de la investigación científica —pues había permanecido demasiado tiempo fuera de un entorno controlado— Forrest fue llevado al Popcorn Park Animal Refuge, un santuario sin fines de lucro ubicado en Lacey Township, en Nueva Jersey, donde ahora inicia una nueva etapa de vida. 

Lo que se sabe, es que en el santuario, Forrest comenzó a integrarse gradualmente a su nueva rutina, estableciendo vínculos tanto con los cuidadores como con otros primates. Según comunicó el refugio en sus canales oficiales, el proceso de adaptación avanza de manera positiva y constante. 

“La vida (de Forrest) cambió para siempre tras un terrible accidente de tráfico en Mississippi. De los tres fugitivos restantes, Forrest fue el último y único que sobrevivió, y se recuperó sano y salvo tras aproximadamente una semana huyendo”, recordaron. 

¿POR QUÉ ESTOS MONOS ALERTARON A LAS AUTORIDADES?  

Inicialmente se creyó que los monos representaban una amenaza directa por estar contagiado de enfermedades. Sin embargo, la Universidad de Tulane aclaró y aseveró posteriormente que no existía un riesgo significativo para la población.  

Pero, la falta de claridad sobre el estado de salud de los animales y la decisión de sacrificar a la mayoría de ellos generó controversia y cuestionamientos sobre los protocolos de transporte. También en relación con el manejo de especies utilizadas en investigaciones científicas.

Es por ello, que aunque el desenlace para Forrest resultó alentador, grupos defensores de los animales insisten en que persisten serios riesgos asociados al transporte de primates. Estos incluyen la posible propagación de enfermedades como la tuberculosis y melioidosis. 

En ese contexto, la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) exhortó a las autoridades federales a clausurar los centros de investigación con monos y detener su importación hacia laboratorios en Estados Unidos.  

Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han optado por no pronunciarse públicamente sobre el futuro de estos programas de experimentación. 

Compartir este artículo