El caso de Samantha Krebs, de 40 años, ha conmocionado a la comunidad de Appleton, en Wisconsin (EEUU), luego que de la mujer fuera hallada culpable del asesinato de su novio, Joey Carnot.
Según los testimonios presentados en el juicio, citado por People, Krebs apuñaló fatalmente a su novio, en 2024, en el apartamento que compartían y, en un gesto tan perturbador como macabro, se despidió de él con un beso antes de intentar manipular la escena para que pareciera un acto autoinfligido.
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Lo que detalló el medio, es que la sentencia fue dictada esta semana y establece cadena perpetua con posibilidad de supervisión extendida después de 36 años.
El tribunal consideró no solo la brutalidad del crimen, sino también el historial delictivo de Krebs, que incluye 37 antecedentes penales relacionados con violencia y manipulación.
La fiscalía subrayó que la acusada intentó engañar a los presentes, asegurando que Carnot se había provocado las heridas e instó a los primeros testigos en llegar a la escena a respaldar su versión, lo que agravó más la percepción de frialdad y cálculo en sus acciones.
HISTORIAL CRIMINAL
Los fiscales detallaron ante el tribunal que el historial criminal de Samantha Krebs se extendía por más de 10 años, con 20 procesos previos y un total de 37 condenas que abarcaban delitos como posesión de drogas, agresiones y porte ilegal de armas, de acuerdo con reportes de Court TV y Law&Crime.
Subrayaron además que, al momento del asesinato de Carnot, la acusada se encontraba bajo libertad condicional, lo que —según la fiscalía— confirmaba que su trayectoria delictiva la convertía en una amenaza persistente para la sociedad.

De acuerdo con documentos judiciales de Wisconsin citados por los medios, entre 2011 y 2022 Krebs acumuló condenas por delitos relacionados con drogas —incluyendo metanfetamina, heroína y cocaína—, además de cargos por agresiones y por causar lesiones mediante el uso negligente de armas.
Asimismo, un testigo dijo a los investigadores que escuchó a Krebs decir: «No puedo volver a prisión».
En consecuencia, el juez Vincent Biskupic la condenó a cadena perpetua con derecho a supervisión extendida tras 36 años y dijo que espera que aproveche su tiempo en prisión preventiva para «hacer algo diferente».
A Krebs también se le ordenó pagar más de $8.000 en restitución, según WBAY.

