Conmoción en EEUU: Un militar y su esposa “mataron de hambre” a su hija y enfrentarán duros cargos

Luis Alfredo Ledezma
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Una tragedia estremecedora sacude a la comunidad militar de Fort Stewart, en Georgia (EEUU), tras revelarse que una pareja residente en la base dejó morir de hambre a su hija pequeña.  
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Una tragedia estremecedora sacude a la comunidad militar de Fort Stewart, en Georgia (EEUU), tras revelarse que una pareja residente en la base dejó morir de hambre a su hija pequeña.  

De acuerdo con la información de Army Times y otros medios, Brandon M. Kelley, de 29 años, soldado activo del ejército estadounidense, y su esposa Stacey D. Kelley, de 26, enfrentan cargos federales por asesinato grave y dos adicionales de asesinato en segundo grado.

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La menor, Vyolet Kelley, falleció entre octubre y noviembre de 2024, víctima de una prolongada negligencia que incluyó la privación de alimentación y atención médica esencial. 

Como era de esperarse, el caso ha generado conmoción no solo por la brutalidad de los hechos, sino por el entorno en el que ocurrieron: una instalación militar considerada segura y disciplinada.  

Según documentos judiciales, la pareja vivía en Fort Stewart Military Reservation, la base más grande al este del río Mississippi. Durante ese tiempo, Brandon Kelley se encontraba en servicio activo, lo que ha despertado cuestionamientos sobre los protocolos de supervisión familiar dentro de las bases militares. 

Las autoridades federales, encabezadas por la fiscal interina Tara M. Lyons, calificaron las acusaciones como “desgarradoras en muchos niveles”.  

La investigación fue llevada a cabo por la División de Investigación Criminal del Ejército de Estados Unidos, en colaboración con fiscales federales.  

Ambos acusados permanecen detenidos sin derecho a fianza en la cárcel del condado de Liberty, bajo custodia del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos. 

De ser hallados culpables, Brandon y Stacey Kelley podrían enfrentar cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, e incluso la pena de muerte.  

El sistema federal no contempla beneficios penitenciarios para los delitos imputados, lo que subraya la gravedad de las acusaciones. La fiscalía ha reiterado que, aunque los cargos son contundentes, los acusados se presumen inocentes hasta que se demuestre lo contrario en juicio. 

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