Una tragedia estremeció a la comunidad de Rocky Top, en Tennessee (EEUU), cuando Shawn Willis, de apenas 16 años en ese momento, acabó con la vida de su madre Sandy Willis de dos balazos en la cabeza mientras ella dormía.
De acuerdo con la información difundida por NBC News, el crimen ocurrió la noche del 20 de abril de 2020, luego de una discusión doméstica en la que la madre le había retirado el teléfono celular como medida disciplinaria.
LEA TAMBIÉN: EL INESPERADO FINAL TRAS LA DESAPARICIÓN DE UN NIÑO Y LAS SERIAS ACUSACIONES CONTRA SU MADRE QUE PEDÍA ENCONTRARLO
La tensión escaló de forma impensada, culminando en un acto de violencia que dejó a la familia devastada y una comunidad en shock.
Según los registros judiciales, el joven tomó el arma de fuego que pertenecía a su madre, la cargó y subió a su habitación, donde le disparó a quemarropa.
El primer disparo impactó en la parte posterior de la cabeza, pero no fue letal. Cuando Sandy comenzó a moverse, Shawn disparó nuevamente, esta vez en la sien, provocando su muerte instantánea.
Inicialmente, el adolescente intentó encubrir el crimen, dando versiones contradictorias a las autoridades, pero finalmente confesó que el motivo fue la discusión por el celular.
Durante el juicio, Shawn se declaró culpable como parte de un acuerdo judicial que redujo el cargo de homicidio en primer grado a segundo grado. Finalmente, fue condenado a 30 años de prisión sin posibilidad de libertad anticipada, y deberá cumplir la totalidad de la sentencia.
En la audiencia, se mostró abatido y evitó el contacto visual con su familia, mientras escuchaba las declaraciones de impacto emocional que describían el dolor irreparable causado por su acto.
El padre del joven, Jeremy Willis, se dirigió directamente a su hijo en el tribunal, expresando su profundo dolor: “Te llevaste a mi esposa, la mujer con la que se suponía que debía envejecer. Ahora, nunca tendré la oportunidad de experimentar eso debido a tu acto egoísta”.
También relató cómo los hermanos menores de Shawn quedaron emocionalmente destruidos, privados para siempre del amor y la guía de su madre.