El Real Madrid, tras dos derrotas consecutivas ante el Barcelona -en la pasada liga y en el amistoso de Las Vegas-, volvió a hacerse con el clásico (3-1) y con el liderato de LaLiga Santander.
Con un gran despliegue del uruguayo Federico Valverde y un efectivo Karim Benzema, el Madrid demostró un nivel muy superior al de su eterno rival.
El conjunto del italiano Carlo Ancelotti abrió brecha en la primera mitad con los goles del Benzema (m.12) y de Valverde (m.35).
No obstante, el Barcelona metió presión con un tanto de Ferran Torres (m.83) y una ocasión posterior de Ansu Fati, reseñó Efe.
En cambio, una pena máxima por falta de Eric García sobre Rodrygo Goes, decretada por el colegiado después de ser avisado por el VAR y acudir al video, permitió al brasileño firmar el definitivo 3-1 en la prolongación.
BENZEMA RESURGIÓ PREVIO A LA ENTREGA DEL BALÓN DE ORO
Por su parte, Benzema no pudo elegir mejor escenario para cambiar los problemas de cara a portería que arrastraba tras cuatro partidos completos sin marcar.
Frente al Barcelona, con el máximo goleador de LaLiga Santander, Robert Lewandowski en frente y a poco más de 24 horas de recibir su primer Balón de Oro.
402 minutos en total sin ver portería. Extraña sensación para el galo después de haber marcado 44 en 46 encuentros con el Real Madrid durante la pasada campaña. Sin embargo, en el conjunto blanco nunca hubo dudas, ni de cerca. Así lo ha expresado siempre cualquier representante del club y Ancelotti, además, avisó en la previa de que este domingo era un día especial para Karim.
«Lo he visto mucho mejor esta semana, ha mejorado mucho su condición. Estoy convencido de que mañana veremos al Karim de siempre», comentó en la rueda de prensa en Valdebebas previa al clásico.
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Un partido que el Real Madrid dominó con la facilidad de un equipo con confianza infinita. Esperó con líneas juntas y mató en cuanto tuvo la oportunidad. Lo hizo en el derbi y lo repitió en el clásico. Para ello, en un día grande como este domingo, necesitaba a un Benzema que tardó 12 minutos en aparecer.
Que te caiga un balón dentro del área no siempre es casualidad, y la inteligencia de Benzema le avala. Esperando el posible rechace tras un mano a mano de Vinicius, recogió el balón y lo coló en la portería con Ter Stegen y cuatro defensas entre él y el destino que tenía ente ceja y ceja desde la última vez que celebró un gol, hace 402 minutos.
Desde el 28 de agosto con un doblete frente al Espanyol. Sequía y lesión -doble problema muscular en el muslo de la pierna derecha- mediante, el galo iba camino de los dos meses sin ver portería. Rara avis.
Para romper su racha tenía que acabar con la de Ter Stegen, que la dejó en 636 minutos sin encajar gol en Liga. Y es que el Real Madrid le marcó más goles -2- al Barça en 35 minutos que el resto de sus ocho rivales a los que se enfrentó en el campeonato doméstico.
Un gol de Benzema que llega con mensaje, ya que mañana lunes viajará a París para recibir el primer Balón de Oro de su carrera. A sus 34 años -cumple 35 el 19 de diciembre-, Karim recibirá el mayor reconocimiento individual que puede obtener un futbolista a la vez que pone los cimientos para recuperar ese estado de forma que le llevó la pasada campaña a ganarse el derecho a recibirlo.
EFE