El crimen de José Rafael Espinoza Rosales, conocido como «el vendedor de libros del puesto 23», ha conmocionado a la comunidad del municipio Libertador. Espinoza, de 51 años, desapareció el 30 de marzo después de cerrar su puesto de ventas de libros debajo del puente de la Av. Fuerzas Armadas, en lo que parecía ser una tarde normal de trabajo.
Eran las 5 de la tarde del 30 de marzo cuando José llamó a su esposa. “Voy a cerrar el puesto. Voy y vengo”. Esas serían las últimas palabras que escuchó su pareja antes de perder el contacto con él.
Nunca llegó a su casa en La Candelaria y se le perdió el rastro. Durante varios días, su familia lo buscó incansablemente, hasta que finalmente recibieron la noticia que temían: las autoridades habían encontrado su cuerpo cerca de La Hoyada.
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Había sido golpeado y presentaba una herida de bala. La esposa y allegados acudieron a la morgue y lo identificaron, según informó el reportero de sucesos Roman Camacho.
Espinoza era muy querido en la zona. Llevaba varios años vendiendo libros en su puesto número 23, y era conocido por su amabilidad y disposición para ayudar a los clientes a encontrar los textos que buscaban. Deja atrás a su esposa embarazada de cinco meses y a cuatro hijos.
Las autoridades manejan el robo como móvil del crimen. Sin embargo, sus allegados exigen una investigación más exhaustiva para dar con los responsables de este horrible crimen y que no vuelvan a repetirse hechos como este.