Los especialistas en salud @icrinsurance Seguros para Inmigrantes, nos cuentan la dura realidad de muchos migrantes que están a punto de ser deportados por condiciones médicas por no tener seguros de salud. Para mayor información sobre este tema contactar al (801) 600 5010 y al (801) 500 3100
El caso más reciente es el de una madre dominicana indocumentada de 46 años que desde el pasado 29 de diciembre de 2022 se encuentra en un hospital en Allentown (Pennsylvania) por un aneurisma.
La paciente necesitaba intervención quirúrgica, pero hubo complicaciones en la cirugía y sufrió un derrame cerebral y desde entonces se encuentra en estado de coma. No le han vuelto a poner el hueso del cráneo que le removieron porque su cerebro está hinchado.
Debido a los crecientes costos hospitalarios, el 8 de febrero la administración del hospital y el personal de la compañía de transporte médico, Med Escort, conocidos como “vuelos mortales” comenzaron a intentar convencer al esposo para que accediera a la deportación médica a la República Dominicana.
El lunes, 27 de febrero de 2023, le dieron a la familia 48 horas para decidir entre buscarle un lugar a donde trasladarla al final de las 48 horas, llevársela a casa y alquilar el equipo médico, ó dar su consentimiento para que la deporten.
La deportación médica es una práctica utilizada por los hospitales para deportar inmigrantes en los EE.UU. sin consentimiento informado o mediante el consentimiento coaccionado de la familia del paciente.
Los hospitales organizan vuelos privados para transportar pacientes indocumentados a su país de origen para evitar tener que pagar por atención médica a largo plazo. La deportación forzosa de estos pacientes generalmente resulta en la muerte o el agravamiento de su enfermedad o lesión. Algunos de estos vuelos pueden llegar a costar hasta 50.000 dólares.
Aunque por ley los hospitales en Estados Unidos deben proveer atención médica a quien lo necesite, sin importar su estatus migratorio, su obligación termina cuando el paciente es estabilizado y ya no requiere cuidados médicos.
En esos casos, deben definir un plan para que el paciente sea transferido a otra instalación, como un centro de rehabilitación. Sin embargo, esta política genera problemas, sobre todo a los pacientes sin seguro médico que requieren cuidados a largo plazo.
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