El gobierno de los Estados Unidos (EEUU) derribó este sábado al supuesto globo espía chino, que había estado sobrevolando su territorio desde el día martes, según habían revelado las agencias de seguridad norteamericanas.
De esta manera ponen fin a la polémica surgida en contra del gigante asiático, cuyo gobierno había asegurado que se trataba de un accidente que estuviese sobrevolando territorio estadounidense. Asimismo, las autoridades chinas calificaron al goblo como un «artefacto de investigación civil».
La vocera del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, afirmó que investigan la situación. Además, aseveró que Beijing «no tiene ninguna intención de violar el territorio y el espacio aéreo de ningún país soberano».
«En cuanto al globo, como acabo de decir, estamos investigando y verificando la situación y esperamos que ambas partes puedan gestionar esto juntas con calma y cuidado», complementó.
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— Caraota Digital (@CaraotaDigital) February 4, 2023
DERRIBADO SIN PONER EN PELIGRO VIDAS HUMANAS O BIENES MATERIALES
Poco antes de la acción estadounidense la prensa preguntó al presidente de ese país, Joe Biden, sobre la posibilidad de derribar el globo chino durante una visita que realizó el mandatario este sábado a Syracuse, Nueva York.
«Vamos a ocuparnos de ello», respondió el mandatario demócrata.
Desde que se detectó dicho globo por primera vez, Biden estuvo tratando con la cúpula militar todas la opciones. Sus asesores le alertaron sobre no derribarlo ya que los restos podrían causar daños materiales o personales.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) había informado este sábado que el globo dejaría el país a través de las costas.
Y fue precisamente esta salida del espacio continental el que llevó a las autoridades norteamericanas a tomar la decisión de derribarlo.
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El viernes, el Pentágono había indicado que mantenía bajo vigilancia al objeto. El general brigadier Patrick Ryder, portavoz de Defensa, aclaró que habían estado rastreando el aparato.
«Viajaba a una altitud muy por encima del tráfico aéreo comercial y no presenta una amenaza física o militar para la gente en tierra», indicó en ese momento.
Lo cierto es que la tensión entre Washington y Beijing se mantiene tras la cancelación de la visita del secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinkem, al gigante asiático.
