Un adolescente, de 15 años y con discapacidad significativa, terminó arrestado a punta de pistola y esposado por agentes federales de inmigración frente a Arleta High School en Los Ángeles, en California (EEUU).
De acuerdo con lo reseñado por Newsweek, el adolescente, quien esperaba en un vehículo junto a su abuela para completar su inscripción escolar, fue sacado por la fuerza por agentes de la Patrulla Fronteriza en lo que las autoridades calificaron como un caso de “confusión de identidad”.
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El incidente, ocurrido en plena mañana y frente a la comunidad escolar, desató una ola de indignación y preocupación por el uso excesivo de fuerza en espacios educativos.
El superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), Alberto Carvalho, condenó el hecho con firmeza: “Este joven fue puesto en esposas, presumiblemente por una identidad equivocada. No se trata de un adulto, es un niño de 15 años con una discapacidad importante. Esto no puede suceder”.
Lo que se detalló, es que la liberación del menor se logró gracias a la intervención de la directora del colegio y la presión de familiares presentes. Sin embargo, señalaron que el daño emocional ya estaba hecho. Según Carvalho, los agentes incluso dejaron balas en el suelo, que tuvieron que ser recogidas por personal de seguridad.
«ZONAS SEGURAS»
Ante la gravedad del suceso, el LAUSD y autoridades municipales anunciaron la expansión de las llamadas “zonas seguras” alrededor de más de 100 escuelas.
Estas medidas incluyen mayor presencia de policía escolar, voluntarios y personal distrital, así como rutas de autobuses modificadas y paquetes informativos para familias sobre cómo actuar ante operativos migratorios.
Además, se creó un fondo de compasión para brindar asistencia legal y emocional a las familias afectadas.
La reacción comunitaria no se hizo esperar. Kelly Gonez, miembro de la junta del LAUSD, calificó la detención como “absolutamente reprobable”. Exigió que se protejan los derechos de los estudiantes, especialmente aquellos con necesidades especiales.
Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, utilizó la red social X para exigir el cese inmediato de las redadas. “Necesitamos que estos agentes federales abandonen nuestras calles. Detengan las redadas, ahora”, escribió.