Periodista Julio Balza cumplió seis meses en prisión y su familia aún «no conoce con certeza» su estatus judicial

Jhoan Melendez
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Foto: SNTP

El periodista Julio Balza cumplió esta semana seis meses en prisión, después de que el 9 de enero pasado lo detuvieran mientras se encontraba en una protesta antigubernamental convocada por la líder opositora, María Corina Machado y, desde entonces, sus familiares desconocen cuál es su estatus judicial.

De acuerdo con un perfil del comunicador elaborado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), Balza confiaba en volver a casa luego de cada protesta. Esto se debe a que también es militante del partido Vente Venezuela.

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Su novia lo describe como «el tipo más valiente del mundo». Por esa razón, se ofrecía siempre para cubrir tales actividades a las que pocos se atrevían a ir, por el miedo constante a detención.

De igual forma, tales movilizaciones implicaban agilidad. Como mantenía una pasión por el deporte y el hábito de subir El Ávila, estaba en forma por si tocaba correr.

«Ahora trata de mantenerse activo desde la cárcel que le impusieron, acusándolo de al menos dos delitos, sin darle acceso a su defensa privada y sin permitir que su familia conozca con certeza la causa en la que lo involucran y su estatus judicial», precisa el SNTP.

Tras tantos meses detenido, la ausencia de Julio Balza se convirtió en un hueco en la vida de quienes aguardan su regreso.

LO QUE DIJO CLAUDIA MACERO SOBRE JULIO

En ese sentido, Claudia Macero, quien se encuentra en el exterior y estuvo asilada en la embajada de Argentina en Caracas, describió cómo es compartir con Balza.

«Las mejores imágenes que tenemos en la campaña, muchas son de él. Es alguien con mucha sensibilidad con la gente. Es una persona que se integra muy rápido, siempre tiene un chiste, siempre está molestando. En la oficina siempre era esa alma de estar ahí, de unir, de querer hacer planes», apuntó.

Ahora, dice el SNTP, el comunicador se esfuerza por «transmitirle paz y tranquilidad a todos» sus seres queridos cuando pueden visitarlo, pero sin ocultar su preocupación.

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