En un hito para la medicina veterinaria, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó Bravecto Quantum, un tratamiento inyectable que ofrece hasta 12 meses de protección contra pulgas y garrapatas en perros.
De acuerdo con la información citada por ABC News, esta solución, desarrollada por Intervet Inc. (con sede en Rahway, Nueva Jersey), representa la primera formulación de larga duración administrada por vía inyectable.
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Lo que se precisó, es que está autorizada para perros y cachorros a partir de los seis meses de edad. Se indicó, además, que el compuesto activo, fluralaner, pertenece a la familia de los isoxazolines, conocidos por su eficacia antiparasitaria.
Así Bravecto Quantum surge como alternativa a los métodos tradicionales, que requieren aplicaciones mensuales o trimestrales.
Su diseño apunta a facilitar la vida de los dueños de mascotas. Sobre todo, aquellos que, por estilo de vida o falta de tiempo, no pueden mantener una rutina constante de prevención.
Además, el veterinario determinará si el animal necesita protección por ocho o 12 meses, según las especies de garrapatas presentes en su entorno.
Aunque los isoxazolines son considerados seguros, la FDA advierte sobre posibles efectos adversos neurológicos en algunos perros, como temblores musculares o convulsiones poco frecuentes. Por ello, se enfatiza que la aplicación debe ser realizada exclusivamente por profesionales veterinarios, quienes evaluarán el historial clínico del animal antes de administrar el tratamiento.
Sin embargo, organizaciones de bienestar animal han celebrado la aprobación, destacando la conveniencia para quienes pasan tiempo al aire libre con sus mascotas.
Aunque acotaron también que no todos los perros reaccionan igual a los medicamentos, y que cada caso debe ser evaluado individualmente.
Bravecto Quantum ya está disponible bajo prescripción y se espera su incorporación en clínicas veterinarias en los próximos meses. En regiones donde la exposición a pulgas y garrapatas es constante, este avance podría reducir la incidencia de enfermedades zoonóticas como la enfermedad de Lyme o la ehrlichiosis.