La cantante estadounidense Becky G alzó la voz contra las políticas migratorias impulsadas por el presidente de EEUU, Donald Trump, destacando el profundo temor que estas generan en la comunidad latina.
“El miedo de perder unos seguidores por dar luz a lo que está pasando es incomparable al miedo que siente mi comunidad”, afirmó con contundencia durante una entrevista concedida a la agencia de noticia EFE, en España.
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La artista, conocida por su activismo y conexión con sus raíces, se posicionó como una figura clave en la defensa de los derechos de los migrantes en un momento especialmente tenso en los Estados Unidos.
Becky G, cuyo nombre real es Rebecca Marie Gómez, se reivindicó como “orgullosa nieta de inmigrantes” y recordó los sacrificios de sus padres, quienes, a pesar de haber nacido en EEUU, enfrentaron múltiples dificultades siendo padres jóvenes.
Esta experiencia personal, según explicó, la motiva a usar su plataforma para visibilizar las injusticias y exigir respeto, representación y felicidad para su comunidad.
«Entiendo que no todos los artistas dan su plataforma a estos temas, porque son muy complejos», señaló.
Y reiteró: «Mis papás nacieron en los Estados Unidos, pero especialmente siendo papás tan jóvenes, los vi sufrir y sacrificar mucho. Eso me da un montón de tristeza, pero también como artista me motiva mostrar que merecemos ser felices, respetados y estar representados».
La cantante también reflexionó sobre su trayectoria en la industria musical, marcada por la lucha contra estereotipos de género. Desde sus inicios en el pop anglófilo hasta su consolidación en el género urbano latino, Becky ha enfrentado críticas por desafiar normas establecidas, especialmente por ser mujer.
“Yo digo lo que digo y no es mi responsabilidad porque no soy la madre de tus hijos”, expresó, denunciando la doble moral que aún persiste en el medio.
Más allá de la música, Becky G subrayó la necesidad urgente de abrir espacios para las mujeres en posiciones de poder dentro de la industria: desde ejecutivas hasta productoras y directoras.
“Hay un montón de mujeres chingonas, listas y con un montón de talento, pero sin espacio”, reclamó, dejando claro que su lucha también es feminista y estructural.