Greiber Berrío, un migrante venezolano de 19 años, fue atacado por una jauría de perros en la ciudad de Bogotá, en Colombia. El joven sufrió lesiones de una gravedad tal que perdió ambos brazos y estuvo varios días en coma.
La tragedia ocurrió en la noche del 25 de marzo en el barrio capitalino de Potreritos de Bosa. Greiber recordó que estaba caminando cerca de un caño cuando se acercó el grupo de perros callejeros.
«Escuché el ladrido de un perro, lo vi a solo tres metros de distancia y pensé que podría seguir caminando sin problema. Pero de repente, el perro se lanzó contra mis piernas», relató a Greiber a Versión Final.
El joven intentó defenderse del primer perro, pero en cuestión de segundos estaba rodeado de varios animales. «Vi la silueta de los otros perros, me empezó a acelerar el corazón y pedí auxilio», dijo Greiber.
GREIBER SUFRIÓ UN «DOLOR INSOPORTABLE»
El migrante rememoró que sintió un «dolor insoportable» cuando intentaba levantarse, mientras los perros seguían atacando. «Llegué a un punto en el que le dije a Dios que me entregaba. Y en ese momento, escuché a un auxiliar de Policía llegar», afirmó.
El funcionario contactó con la familia de Greiber y organismos de emergencia lo trasladaron hasta el Hospital Kennedy. «Sentía que estaba peleando contra el diablo, que quería llevarme», dijo el joven, quien insistió que «estaba con Dios y quería vivir».
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Greiber logró sobrevivir el brutal ataque, pero las secuelas fueron sumamente graves. Tras pasar varios días en coma, el joven despertó y descubrió que había perdido ambos brazos. «Fue difícil de aceptar, pero le di las gracias a Dios por estar vivo», dijo.
A pesar de vivir una difícil realidad, Greiber deseaba regresar a su barrio y estar con sus amigos. Ahora el joven venezolana sueña con estudiar en la universidad y convertirse en periodista.