Tras el reciente ataque de EEUU a instalaciones nucleares en Irán, el actual “zar de la frontera”, Tom Homan, lanzó una advertencia que ha encendido las alarmas en Washington: la frontera sur representa, según él, la mayor vulnerabilidad de seguridad nacional que enfrenta el país en este momento de tensión global.
Durante una entrevista en Fox News, Homan denunció que más de dos millones de migrantes han cruzado la frontera sin ser identificados, entre ellos al menos 1.272 ciudadanos iraníes. Estos últimos, dijo, fueron liberados dentro del país bajo la administración del expresidente de EEUU, Joe Biden.
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A su juicio, esta situación representa un riesgo sin precedentes. Especialmente tras la ofensiva militar estadounidense en Irán, que podría provocar represalias o activar células durmientes en territorio nacional.
“Mi mayor preocupación desde el primer día, más allá del fentanilo, más allá del tráfico sexual de mujeres y niños, fueron los dos millones de ‘fugitivos’. Más de dos millones de personas cruzaron esa frontera. No sabemos quiénes son ni de dónde vinieron, porque escaparon, ya que la patrulla fronteriza está desbordada por la crisis humanitaria que creó Biden”, enfatizó.
Homan contrastó esta situación con la política migratoria del presidente Trump. Aseguró, que durante su mandato no se liberaron extranjeros de alto riesgo y la frontera estaba “más segura que nunca”.
«Comparando eso con la administración Trump, no hubo liberaciones, ¿verdad? Cero liberaciones. Y ahora mismo, gracias a su liderazgo, tenemos la frontera más segura que he visto, la más segura en la historia de esta nación», aseveró.
El pasado sábado, Estados Unidos llevó a cabo una ofensiva coordinada contra tres centros nucleares en territorio iraní. Esta maniobra, provocó reacciones inmediatas en el ámbito de la seguridad nacional y alteró las directrices de viaje para sus ciudadanos en Medio Oriente.
En concreto, el Departamento de Estado de EEUU elevó las alertas de viaje para ciudadanos estadounidenses en países como Líbano, Turquía, Arabia Saudita y Jordania, en respuesta a la creciente tensión regional.
