Nueva York (EEUU) fue testigo de un crimen atroz que ha conmocionado a la comunidad. Se trata del caso Drew J. Garnier, de 33 años, quien fue sentenciado a 30 años de prisión por el asesinato de su esposa embarazada, Samantha J. Garnier, de 29 años, y el ataque a sus dos hijas pequeñas, tras enterarse que tendría una tercera niña.
De acuerdo con lo reseñado por People, el motivo detrás del crimen es lo que ha generado todavía más indignación: el hombre reaccionó violentamente porque no quería que su tercer hijo fuera una niña.
Leer Más
LEA TAMBIÉN: TRAGEDIA EN EEUU: ELLA MURIÓ EN UN TERRIBLE ACCIDENTE DE TRÁNSITO Y SU PROMETIDO SE ESTRELLÓ DOS HORAS DESPUÉS
El ataque ocurrió el pasado 4 de septiembre en la localidad de Masonville. Samantha, quien tenía cinco meses de embarazo, fue apuñalada mortalmente en su hogar.
Sus dos hijas, de seis y nueve años, también fueron atacadas y sufrieron heridas graves. Lo que detallaron las autoridades, es que fueron trasladadas en helicóptero a hospitales cercanos, donde lograron sobrevivir.
Sin embargo, la Fiscalía del Condado de Delaware destacó que las menores continúan enfrentando el trauma de los hechos
Durante el juicio, el padre de la víctima declaró que su yerno la asesinó porque “quería un niño”. Para evitar un proceso judicial prolongado y traumático para las niñas, la Fiscalía llegó a un acuerdo con Garnier, quien aceptó los cargos.
Como parte de la sentencia, se le prohibió cualquier contacto con sus hijas hasta el 2056, salvo que ellas mismas soliciten modificar la decisión en el futuro.
El abuelo materno de las niñas asumió su tutela y expresó su compromiso de protegerlas. “Soy su padre ahora; las protegeré”, afirmó en su declaración.
La comunidad local ha manifestado su conmoción por el caso, pero también su apoyo a las supervivientes. De hecho, el fiscal del distrito, Shawn J. Smith, destacó que la condena permite enfocarse en la recuperación de las niñas sin exponerlas a un juicio prolongado como parecía que podría darse.
“Este trágico caso sacudió a nuestra comunidad, pero estoy orgulloso de cómo respondió el Condado de Delaware. Aseguramos una condena sin tener que someter a los niños a testificar sobre lo sucedido”, declaró el fiscal en una rueda de prensa.
