Conmoción es lo que se vive en la isla de Gran Canaria, España, luego de que el dueño de un bar asesinó a una mujer dentro del propio local y luego intentó descuartizar su cuerpo para deshacerse del cadáver y ocultar su crimen.
La víctima quedó identificada como Triana Arias, una mujer colombiana de 41 años de edad, quien había ido al lugar para asistir a una fiesta.
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Por su parte, el detenido responde al nombre de David Santana, quien fue capturado por funcionarios de la Guardia Civil española.
Según los investigadores, Santana atacó a Arias con un objeto punzante en el cuello, dejándola casi desangrada.
Luego, el atacante habría intentado descuartizar el cuerpo de la víctima, cortándole parte del cuello y las piernas, posiblemente para ocultar el crimen.
TRANSEÚNTE ENCONTRÓ EL CUERPO EN UNA PLAYA
El cuerpo de la colombiana fue hallado el 27 de abril por un transeúnte que paseaba en la playa de Los Enanos.
Según el diario La Provincia, el cadáver presentaba claros signos de violencia, sobre todo, un corte profundo en el cuello y numerosos golpes en el resto del cuerpo. También tenía heridas incisas en las extremidades.
La víctima fue vista por última vez el día 24 de abril en la zona de Molino de Viento, y horas más tarde, el 25, envió un mensaje de texto desde su celular a su mamá para avisarles que iba a ir a una fiesta.
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La reunión social se haría presuntamente en el bar donde fue asesinada, según indicó el medio Canarias 7.
La investigación apunta a que Santana pudo haber desconectado las cámaras de seguridad de su bar y borrado las imágenes para eliminar cualquier evidencia del crimen.
Arias vivió en Las Palmas de Gran Canaria, pero se mudó a Italia hace unos meses. Estaba en la Isla de nuevo de forma temporal, para realizar algunos trámites y asuntos pendientes.
VECINOS CONSTERNADOS
Tras la detención de Santana, realizada este martes en su domicilio en Las Torres, los investigadores realizaron un exhaustivo registro en el bar Arenales, en busca de pruebas que confirmen que el crimen ocurrió en ese lugar.
Por su parte, vecinos del barrio de Arenales están consternados. Muchos describen a Santana como una persona “cercana y amable”, aunque reconocen que circulaban rumores sobre varios conflictos con él como protagonista. Algunos sugieren que podría haber mantenido una relación con la víctima.
El bar, conocido “por su oferta gastronómica y su antigüedad”, se encuentra en el centro de la atención mediática y policial.
Se especula que en el local se celebraban “fiestas clandestinas” luego de cerrar, aunque no hay evidencia de que involucraran actividades ilegales.
