En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Miami-Dade, en Florida (EEUU), Gina Emmanuel, una madre exenfermera de 56 años, terminó condenada a cadena perpetua por el asesinato premeditado de una de sus tres hijas adoptivas, Samaya, de tan solo siete años.
De acuerdo con un reporte de WTVJ, afiliada de NBC en Miami, la justicia determinó que Emmanuel sometió a Samaya y a sus dos hermanas adoptivas (de cinco y 12 años en ese momento) a un ciclo prolongado de abusos y torturas que culminó con la muerte de la pequeña en 2018.
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Además del cargo de asesinato, a Emmanuel la declararon culpable de dos cargos adicionales de maltrato infantil agravado.
Durante el juicio, que se extendió por tres días, se revelaron detalles estremecedores sobre el trato que recibieron las menores. Una de las hijas, ahora mayor de edad, ofreció un testimonio desgarrador. En el mismo describió cómo su madre adoptiva las encadenaba, las obligaba a permanecer acostadas por horas y las encerraba en habitaciones hasta su regreso.
Las condiciones en las que vivían eran extremas: el refrigerador estaba asegurado con cadenas. También las niñas eran forzadas a usar un balde para sus necesidades y eran sometidas a castigos crueles. Tales como ser quemadas en la estufa y obligadas a ingerir excremento.
La defensa de Emmanuel intentó argumentar que la muerte de Samaya se debió a complicaciones de una diabetes no tratada, pero los fiscales demostraron que la negligencia médica era parte del patrón de abuso sistemático.
La lectura de sentencia fue fijada para el 30 de abril. En concreto, Emmanuel enfrenta una condena obligatoria de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.