La modelo venezolana, Aleska Génesis, habló sin filtros sobre los duros momentos que vivió en México tras su detención por ser acusada de un robo de relojes de lujo.
«Estar presa sin saber si vas a estar de nuevo en libertad no se lo deseo a nadie, ahorita no busco venganza busco tener paz», indicó en un formato de entrevista llamado «Aleska por Aleska» que realizan los participantes de La Casa de los Famosos.
La venezolana recordó que «lloraba desconsolada» mientras era trasladada al penal de Santa Marta.
«No era justo lo que estaba sucediendo y le pedía a Dios que no me dejara sola en ese momento y que pudiera tener la oportunidad de volver a abrazar a mi gente», dijo en Telemundo.
Destacó que el hecho de no rendirse y no perder la fe fue lo que la ayudó. «Justo pasó un mes, el día que se cerró la carpeta. Esto me ha servido de lección para valorar muchas cosas y reconocer mis errores, a aprender, a crecer como mujer, todo lo que nos pasa, por muy malo que sea, siempre nos ayuda a evolucionar como personas y me ha hecho más fuerte», comentó.
ALESKA GÉNESIS PENSÓ EN QUITARSE LA VIDA
Por otra parte, la venezolana habló de su relación con su expareja Miguel Mawad, quien la golpeaba.
En ese sentido, sostuvo que ha tenido «momentos muy oscuros» en su vida e incluso pensó en «suicidarse».
«Yo salí corriendo del apartamento y entré al carro, pisé el acelerador y choqué. Me sacaron desmayada. Él (su expareja) me llevó a la casa y no dejó que declarara ni dijera nada a la policía. Él actuaba como si nada hubiese pasado, y allí desperté y sabía que estaba con alguien que me estaba llevando a la muerte. Eso me dio fuerza para más nunca quedarme callada», comentó.
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Aleska Génesis acotó que estuvo muy enamorada, sin embargo, fue una relación» muy tóxica y tormentosa».
«Era una persona que me pegaba y al momento pedía perdón, se arrodillaba y lloraba. Decía que no sabía lo que estaba haciendo y se convirtió en un círculo vicioso. Dejé de creer en mi misma. Pero en el momento que toqué fondo fue cuando volví a recordar a esa niña y a Aleska Génesis, eso me ayudó a salir de ese hueco porque el maltrato tocó mi puerta y ese maltrato emocional y físico no era lo que me definía. Hoy por hoy lo puedo hablar porque ya no me duele», expresó.