La administración del presidente de EEUU, Joe Biden, implementó cambios en los programas migratorios que afectan a ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, limitando sus opciones para obtener la residencia permanente o Green Card.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció que el programa de «parole humanitario», introducido en 2022, no será renovado para estos grupos.
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Esta decisión podría impactar a miles de personas que actualmente residen de forma legal y temporal en el país bajo este mecanismo.
El «parole humanitario» permitía a los beneficiarios residir y trabajar legalmente en Estados Unidos durante un periodo de dos años, proporcionando una vía temporal de protección frente a la deportación.
Sin embargo, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés), este programa no ofrece un camino directo hacia la obtención de una tarjeta de residencia (Green Card).
Al concluir el periodo de dos años, los beneficiarios deben abandonar el país o encontrar otras vías legales para regularizar su estatus.
El DHS indicó que aquellos que no puedan acceder a otros programas, como el Estatus de Protección Temporal (TPS), podrían enfrentar procedimientos de deportación.
El TPS permite a ciudadanos de países designados residir y trabajar en Estados Unidos debido a condiciones extremas en sus países de origen, como conflictos armados o desastres naturales.
Actualmente, el TPS está disponible para ciudadanos de Haití y Venezuela, pero el estatus también está sujeto a revisiones periódicas y no garantiza la residencia permanente.
En tanto, lo que se espera, es que el fin del programa de «parole humanitario» podría generar un aumento en las deportaciones y limitar las opciones de legalización.