La ciudad de Nueva York (EEUU) se encuentra en un estado de tensión y preocupación mientras miles de migrantes se preparan para el cierre de 25 albergues en los próximos dos meses.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció la medida como respuesta a la saturación de recursos y la falta de fondos para sostener el programa que ha atendido a miles de recién llegados.
Leer Más
LEA TAMBIÉN: IDENTIFICARON AL HOMBRE QUE QUEMÓ VIVA A UNA MUJER EN PLENO METRO DE NUEVA YORK, ERA UN MIGRANTE DE GUATEMALA
Entre los albergues afectados se encuentra el campamento Floyd Bennett Field, que alberga a más de 550 migrantes.
En este sentido, las familias afectadas enfrentan una incertidumbre abrumadora, sin saber a dónde serán reubicadas. Muchas de ellas han construido una nueva vida en estos albergues, a pesar de las dificultades y la lejanía de servicios esenciales.
Es el caso de la madre soltera Rosa Herrero, quien ha logrado establecer una vida para sí misma y sus cinco hijos en el campamento de Floyd Bennett Field. Aunque el lugar no es ideal. Ahora, con el cierre inminente, la familia se enfrenta a la posibilidad de quedarse sin techo.
“No sé qué voy a hacer”, lamentó durante una entrevista reseñada en el diario El País la migrante venezolana, quien llegó a Nueva York hace un año.
Las autoridades han mencionado que buscarán reubicar a los residentes afectados en otras instalaciones, pero la viabilidad de esta solución aún está en duda debido a la limitada capacidad de los albergues restantes.
Además, las familias han expresado su indignación por la falta de información clara sobre el proceso de reubicación y los lugares a los que serán trasladadas.
En tanto, organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han criticado la medida, calificándola como un retroceso en los esfuerzos por garantizar condiciones dignas para las personas vulnerables.
