Las autoridades policiales en Nueva Jersey (EEUU) desmantelaron a dos bandas criminales que traficaban y explotaban niñas y mujeres en EEUU. En total resultaron detenidas siete personas, la mayoría hispanos.
De acuerdo con medios locales, una de las bandas estaba centrada en el condado Cumberland, donde un supuesto burdel operaba dentro de un edificio en Bridgeton, según las autoridades.
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Lo que se precisó, sobre la otra red que fue desmantelada, es que estaba ubicada en el norte de Nueva Jersey.
Las autoridades señalaron que Usiel Luna, de 42 años, era el organizador de la banda en Bridgeton y trabajaba con José Pérez López, Rosendo Vázquez Hernández y Yerson Puentes Márquez para dirigir la operación.
«La acusación formal alega que los cuatro acusados, que también se dedicaban al tráfico de drogas, participaron en una operación de tráfico de personas. Reclutaba a mujeres adolescentes con la falsa excusa de que trabajarían como bailarinas», explicó el fiscal general de Nueva Jersey, Matt Platkin.
Las víctimas fueron obligadas a tener relaciones sexuales con cientos de hombres. Lo que se determinó en una investigación, es que no se les permitía irse, bajo amenaza de violencia.
“Se alega que se recogían nuevas víctimas semanalmente en Queens (Nueva York) y en Patterson, (Nueva Jersey)”, aseveró el fiscal.
OTRA OPERACIÓN
En otra operación arrestaron a Khailah Meekins (21) y su supuesto cómplice Donte Barkley (28). Ambos son de Newark (NJ) y fueron acusados de presuntamente traficar con tres menores de 13 y 15 años en el condado Essex.
Un tercer sospechoso, Richard Johnson (24), lo acusaron en agosto. Específicamente, de cargos de agresión agravada. Esto por supuestamente pagar y tener relaciones sexuales con una de las menores.
“Estos presuntos delitos son un duro recordatorio de por qué debemos ser firmes en nuestro objetivo de terminar con el tráfico de personas en todas sus formas”, dijo Platkin, según el diario Bergen Record.
Vale destacar, que todos los cargos presentados son solo acusaciones, y se considera que las personas imputadas son inocentes hasta que se demuestre lo contrario en un tribunal.
