Por el Dr. Ricardo Soto-Rosa
La suave brisa marina acariciaba el terso rostro de Carmen, mientras batía su abundante cabellera azabache con especial gracia. El blanco vestido de playa se mecía al ritmo de sus caderas. Era una noche espléndida, con un cielo forrado de estrellas, sobre un mar caribe adormecido.
A lo lejos se escuchaba un conjunto de boleristas interpretando las más románticas canciones de la época. Después de varias copas y conversaciones insinuantes decidieron dar un paseo por la vereda tropical. Yucef tomó su mano con delicadeza, guiando los pasos hacia la arena solitaria de la playa. Mientras el perfume de mujer emanado por la piel bronceada de Carmen impregnaba el ambiente, acelerando inclemente el corazón del joven inexperto.
Una vez Carmen aceptó salir de la fiesta, desencadenó en Yusef una erección difícil de disimular, incrementándose con cada roce o al pronunciar palabras con su voz secreta de chica traviesa.
Yucef tenía la premonición del encuentro, deseando penetrarla con urgencia. Sería el primer contacto íntimo que tendría con una chica. Yucef estaba claro en la teoría que sus amigos le habían enseñado, además de lo aprendido en distintas películas y lecturas.
Cuando se percató que estaban solos y en una posición cómoda, Yucef la abrazo por la cintura con fuerza, iniciando la fusión de labios con paso libre al jugueteo e intercambio de fluidos. El beso, fue correspondido de manera apasionada por Carmen, quien le acaricio el cuello y sintió sobre su vientre el bulto firme y latente de Yucef, seguido a los pocos segundos de contorsiones y humedad evidentes de una eyaculación prematura, atajada en la ropa interior.
Carmen le hizo una pregunta demoledora: ¡pero chamo! …. ¿Qué te pasó? Yucef muy apenado no tenía palabras, solo gestos de negación. Acompañó a Carmen de regreso a la fiesta y en medio de gran vergüenza decidió retirarse a su casa.
Se define eyaculación precoz como aquella eyaculación que ocurre de manera prematura y que no puede ser controlada por la voluntad del hombre, generando frustración y conflictos. Se considera una disfunción sexual frecuente, pero por tabú o vergüenza, muchas veces no se consulta
La eyaculación precoz puede ocurrir previo a la penetración, al momento de la penetración o antes de transcurrir tres minutos de haber penetrado. Ocurre más en los hombres jóvenes y puede verse de manera permanente, muy frecuente o esporádica.
La eyaculación precoz se relaciona a diferentes condiciones, siendo principal las psicológicas, vinculadas al estrés, depresión, inseguridad, encuentros a escondidas o, la ansiedad de satisfacer a una pareja muy valorada. También puede tener su origen en procesos patológicos que aumentan la sensibilidad genital como inflamación o infección de la uretra, de las vías espermáticas o la prostatitis.
La eyaculación precoz puede conllevar a una pérdida progresiva de la confianza en sí mismo, con bloqueo de la erección, comenzando por dificultad para obtenerla, en forma débil y posteriormente desapareciendo.
Ante la presencia de eyaculación precoz que genere malestar tanto individual o de pareja se debe consultar con un especialista para recibir tratamiento médico y orientación psicológica o sexológica.
La eyaculación precoz se cura bien sea haciendo ejercicios indicados por el facultativo dirigidos al auto control, uso de sustancias anestésicas que se denominan “retardantes”, así como con la toma de algunos medicamentos entre ellos los antidepresivos, los cuales, por un efecto colateral, retrasan el orgasmo.
Yucef estaba muy angustiado por lo sucedido y armándose de valor consultó a un psicólogo amigo de su hermano mayor, quien con paciencia lo escuchó y le dio las primeras directrices para superar tan penosa condición, la cual requirió de varias sesiones de terapia.
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