Autoridades policiales buscan a un preso que aprovechó la jornada de visitas para escapar vestido de mujer y usando una peluca. El caso se registró en el Centro de Formación El Libertador, conocido como el nuevo penal de Tocuyito, en el estado Carabobo.
De acuerdo con lo reseñado por el diario El Carabobeño, el hecho ocurrió alrededor de las 2:00 de la tarde al terminar las visitas.
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Lo que se sabe, es que el hombre, identificado como Manuel Lorenzo Ávila Alvarado, de 25 años, se vistió de mujer y se puso una peluca larga de color castaño. Así logró engañar a los custodios y salir sin ser descubierto.
Lo que se precisó, es que las autoridades penitenciarias pudieron confirmar las circunstancias de la fuga a través de las cámaras de seguridad. Esto, una vez, se percataron de la ausencia del mencionado privado de libertad.
Asimismo, se informó, que también pudieron determinar que la pareja de delincuente fue cómplice del escape. En consecuencia, ambos son buscados. Igualmente, cuatro de los custodios que estaban de guardia ese día, estarían bajo investigación.
Ávila estaba en el internado judicial de Carabobo y fue trasladado al nuevo penal tras la toma de la cárcel. Estaba en condición de procesado ante un tribunal en el estado Cojedes por el delito de homicidio calificado por motivos fútiles y robo agravado.
CRISIS CARCELARIA
Las soluciones a la crisis en las cárceles de Venezuela son “inexistentes” y los problemas cada vez más “agudos”, expuso el año pasado en un informe del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
En Venezuela existen 52 centros carcelarios, sin embargo, según el OVP, actualmente 45 centros se encuentran operativos.
Advirtieron que la mayoría de los centros carcelarios operativos no cuentan con los “estándares mínimos” de reclusión conforme al marco jurídico internacional.
Las cárceles venezolanas son “sinónimo de hambre ante la carencia de alimentos y la reducción de porciones mínimas que no cumplen con las calorías establecidas por la Organización Mundial de Salud”, resalta el informe.
La población reclusa en 2022 fue de 33.558 personas, con una capacidad real instalada de 20.438 plazas, y se denuncia un hacinamiento de 68 %.