El rey Carlos III enfrenta un verdadero calvario tras anunciar que sufre de cáncer, lo que reduce al mínimo su agenda pública cuando no se ha cumplido siquiera el primer aniversario de su coronación.
Además de ser la persona que más tiempo ha estado en la historia como heredero al trono, 72 años, ahora debe dar un paso atrás cuando por fin es el máximo regente británico.
Isabel II siempre decía: «Hay que ser vistos para ser creídos». Por lo tanto, se plantea un gran debate ahora sobre su sucesor, según reseña La Razón.
LEA TAMBIÉN: TRAS ANUNCIO SOBRE CARLOS III, REVIVEN POLÉMICO TUIT QUE VATICINABA MUERTE DE MONARCA DE REINO UNIDO
Aunque su diagnóstico no lo obliga a abdicar al trono, al desaparecer de la palestra pública Carlos corre el riesgo de perder la popularidad que tanto le costó cosechar.
De antemano ha hecho saber que seguirá con sus deberes como jefe de Estado, pero sin el contacto con el pueblo, algo considerado esencial para la institución.
¿QUÉ PASARÁ SI DEJA DE CUMPLIR SUS DEBERES REALES?
Existen mecanismos constitucionales que se activarían si llega un punto en el que Carlos III no puede cumplir con sus deberes.
Los «Consejeros de Estado» pueden actuar en su nombre, pero de manera temporal y no para todos los actos.
Otra opción sería una regencia que permitiría a Carlos III transferir sus poderes como monarca a su heredero, el príncipe de Gales, aunque él seguiría como jefe de Estado.
Este es un proceso reversible por lo que podría recuperar luego su agenda al mejorar su salud. Como último recurso estaría la abdicación. Pero se sabe que el monarca ni se plantea esa posibilidad.
El príncipe William acudirá ahora a los actos a los que el monarca no pueda. Pero no a todos. El heredero al trono cuenta con la bendición de Carlos III para poder seguir cuidando de su mujer, Catalina, y así anteponer la familia a «La Firma».